Murió una adolescente del pueblo Wichi por abandono
El domingo 24 de mayo falleció la adolescente wichi, de 15 años, María Beatriz Carrizo.
Murió en ocasión de ser derivada desde el hospital rural de Misión Nueva Pompeya al hospital Güemes, de J.J. Castelli, que es el de referencia regional para toda la zona sanitaria de El Impenetrable. Debió ser trasladada de urgencia. Fue derivada a la madrugada, en forma inmediata a su ingreso al hospital rural, por una probable complicación respiratoria. Escupía sangre.
Como no se contaba con una ambulancia en Pompeya, fue trasladada en una camioneta municipal. Acomodaron el tubo de oxígeno en la base de la caja de carga de la camioneta, donde viajó María Beatriz y la enfermera que la asistía. En la cabina iba la madre de joven indígena y una bebé de ocho meses, hija de la adolescente wichi que murió. La camioneta se empantanó por el mal estado de los caminos. El vehículo quedó atascado en la cuneta. No pudieron seguir viaje. Allí murió María Beatriz, por un supuesto fallo cardíaco. En el acta de defunción figura que murió por enfermedad.
La joven había ingresado al hospital de Pompeya con fuertes dolores y con posible compromiso respiratorio. No quería ser atendida, lo que es bastante frecuente en la zona por todas las carencias del hospital porque realmente no hay médicos ni remedios. Los enfermos concurren a tal establecimiento cuando ya no aguantan más
La familia Carrizo
La familia Carrizo vive en el Paraje Nueva Esperanza, en la propiedad comunitaria urbana wichi, a pocas cuadras del hospital de Pompeya. Era hija del ex concejal radical Roque Carrizo, quién actualmente vive en Miraflores.
La directora de educación de adultos refirió que María Beatriz Carrizo concurría a esa escuela con su bebé, a quien adoraba. Todavía tomaba el pecho. Según el padre, la adolescente tenía chagas. Había tenido vómitos. Concurrió un par de veces al hospital. Le ponían suero y la volvía a la casa. Esta última vez fue la tercera ocasión en que recurrió al hospital, que terminó con su fallida derivación y muerte. Se la veía aparentemente saludable. La directora no sabía nada sobre los problemas de salud de la adolescente indígena.
Un hospital que no funciona, como otros
El hospital de Nueva Pompeya no cuenta con médicos suficientes. Dos, los doctores Pardo y Aguirre, que son de planta permanente, están con licencia médica. La Dra. Ponce, que fue contratada, se retiró del hospital porque no pudo cobrar sus salarios varios meses. Parece que regresará porque habría cobrado sus sueldos. No hay médicos en el hospital. Por este motivo la adolescente wichi fue atendida por una médica que está a cargo del puesto sanitario de El Sauzal.
Cuatro son los reclamos principales de la población: ambulancias, porque actualmente no cuentan con ninguna, la inmediata incorporación de médicos y la provisión de remedios. Actualmente se los compra con el insuficiente fondo fijo del hospital, que en el mejor de los casos alcanza para los pacientes internados y no para los enfermos ambulatorios. El último reclamo es por la construcción de un nuevo hospital porque el edificio está en pésimas condiciones. Llueve en todas las dependencias, a pesar de que en el 2008 fue reparado y ampliado. Los trabajos fueron de tan mala calidad que el hospital está en situación ruinosa. El abandono del sistema de salud pública es total.
Se agrega el mal funcionamiento de la aparatología destinada a efectuar estudios complementarios. El aparato de rayos X no funciona, de tal modo que los pacientes deben ser trasladados al hospital de Castelli, lo que se complica por la falta de ambulancias y el mal estado de los caminos por las copiosas lluvias que se produjeron durante las últimas semanas. En repetidas ocasiones se utilizan vehículos prestados para que se efectúen las derivaciones. Cuando quedan empantanados los pacientes deben pasar la noche en la ruta sin atención médica, sin medicamentos y sin agua. En la mayoría de los puntos de la trayectoria de las picadas no existen señales de telefonía celular, por lo que quedan incomunicados. Los auxilios no se mandan.
Promesas del gobierno
El gobierno promete incorporar médicos, la construcción de un nuevo hospital y el pago a los trabajadores de la bonificación por zona desfavorable, que es el reclamo permanente de los empleados, que hasta desembocó en una huelga. El gobierno promete –desde diciembre de 2007- atención primaria de la salud frente a una realidad opuesta, de absoluta desatención sanitaria. Hace poco se realizó un abrazo simbólico en torno al hospital para reclamar. Fue muy partidario. No se sumo la comunidad.
Los hospitales rurales y puestos sanitarios de Fortín Belgrano, Frías, Sauzalito, Misión Nueva Pompeya, Fuerte Esperanza y hasta el hospital Güemes de Castelli no cuentan con ambulancias suficientes para las derivaciones o, directamente, no tienen ambulancias. Faltan médicos y medicamentos. Por lo tanto, la mayoría de los pacientes con cierto nivel de compromiso de salud deben ser derivados. Mientras tanto, la Dirección de Ingeniería Hospitalaria, que depende del Ministro de Salud, es un antro de corrupción donde rompen y roban ambulancias, realidad que es conocida por todos los niveles superiores del ministerio sin que se combata esta situación.
Fuente: Centro Nelson Mandela