sábado, 26 de septiembre de 2015

LIBERTADORES DE ABYA YALA- Bartolina Sisa

 - Vida, obra y muerte de Bartolina Sisa.

La vida, obra y muerte de la lideresa Bartolina Sisa, como ejemplo de lucha por la emancipación del yugo español, junto a su esposo Túpac Katari, es narrada en un trabajo de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, que lleva el nombre de la mártir.

El historiador Nicanor Aranzáes, citado en el folleto La Historia de Bartolina Sisa, menciona que Sisa nació el 25 de agosto de 1750 en la provincia Loayza del departamento de La Paz.

Fue hija de José Sisa y Josefa Vargas, originarios del Alto Perú, que vivían del comercio de la coca de los Yungas y de la tela o bayeta de la tierra, para liberarse del sometimiento al que estaban condenados todos los pueblos originarios de esas tierras.

Ante esta realidad, la familia Sisa se trasladó a la Villa de Sica Sica. “Es ahí que junto a sus padres Bartolina adquirió la experiencia en el rubro del comercio, logrando independizarse a los 19 años”, menciona el folleto.

Durante sus viajes por muchas ciudades, pueblos, comunidades, minas, cocales, Bartolina Sisa Vargas conoció la realidad en la que vivían los pueblos andinos.

Es así que observó el sometimiento, la explotación, las ofensas y el abuso que sufrían sus hermanos indígenas por parte de las autoridades, los blancos españoles.

Esta realidad —agrega la investigación— genera una “convicción de protesta contra todo el sistema colonialista de explotación de la entonces joven Bartolina Sisa.


Relación con Julián Apaza

Julián Apaza (Túpac Katari), que luego se convertiría en el esposo de Bartolina Sisa, también fue parte del comercio de la coca, luego de estar dos años en el trabajo forzado en la mita en las minas de Oruro. En uno de sus tantos viajes y frecuentando los mismos lugares, se conoce con Bartolina Sisa.

Bartolina fue descrita por algunos historiadores como una mujer aguerrida que dominaba el kurawa (onda) y el fusil. Sabía montar caballo, era joven y de piel morena, atractiva, esbelta y de ojos negros, y muy inteligente.

Mientras que Julián Apaza era un hombre de buenas condiciones físicas y una inteligencia notable.

En 1772, ya casados, tuvieron el primero de sus cuatro hijos (tres varones y una niña). Según el historiador Alipio Valencia Vega, el primer hijo fue capturado en Perú por el brigadier Sebastián Segurola, en 1783, y se cree que posteriormente fue asesinado. Los otros llegaron a sobrevivir y cambiaron de nombres y apellidos.
Virreina

Bartolina Sisa, que además era hábil para las actividades de la campaña rebelde, desde el primer momento, ya que contaba con la total obediencia de los indígenas sublevados.

Antes del cerco a La Paz, rumbo a al liberación de su pueblo, Sisa fue nombrada Virreina y Túpac Katari Virrey del Inca.

Con ese título, Bartolina organizó campamentos militares durante la sublevación en El Alto, en Chacaltaya; en Killi Killi; en el Calvario; en el valle de Potopoto y en las alturas de Pampahasi.
La rebelión

Al enterarse Julián Apaza de los levantamientos y de las posteriores ejecuciones de los hermanos Katari en Chayanta (Potosí), y de José Gabriel Tupac Amaru, en Tinta, decide tomar un nombre de guerra y se hace llamar Túpac Katari.

En marzo de 1781 comienza el levantamiento en Ayo Ayo. La táctica de lucha era el cerco y reúne 40.000 hombres para sitiar la ciudad de La Paz. En julio, el número de insurgentes se duplicó.

Los principales cercos estaban en El Alto y Pampahasi comandados por Túpac Katari y Bartolina Sisa, respectivamente.

Los primeros asaltos causaron enfrentamientos entre el ejército español y el indígena. Los indígenas tenían superioridad numérica y españoles contaban con armas de fuego.

El 17 de mayo, Sebastián Segurola, al enterarse de que en Pampahasi comandaba una mujer, envió un ejército para romper el cerco. Sin embargo, Sisa resiste y logra triunfar.

Después de tres meses de cerco y sin provisiones, el ejército español comenzó a debilitarse por hambre, y la Real Audiencia de Charcas, al enterarse, envía 1.700 hombres para destruir el cerco.

El 30 de junio, los ejércitos indios se replegaron sin oponer resistencia y los españoles empezaron a instigar a la traición y a ofrecerles el indulto si entregaban o delataban a los cabecillas

El 2 de julio, Bartolina se traslada desde El Alto hasta Pampahasi a causa de ese rumor.

Desciende por Tembladerani llega hasta Sopocachi y ahí algunos de sus acompañantes que habían hecho contacto con los españoles la traicionan. La toman presa y la entregan a cambio del indulto, que finalmente no les fue concedido.

En la prisión fue torturada y humillada por el brigadier Sebastián Segurola para obtener información. Pese a las agresiones, Sisa no reveló ningún dato.

Según Valencia Vega, Sisa, estando en prisión Túpac Katari, restablece el cerco.
Muerte de Bartolina Sisa

Durante el segundo cerco, Túpac Katari intentó liberar a Bartolina a través de varios intentos, tanto bélicos como pacíficos. Ofreció intercambiar a Sisa con el cura Vicente Rojas e incluso con él mismo.

El 17 de octubre llegó un ejercito de 7.000 hombres al mando del sanguinario José de Roseguín, desde Buenos Aires, para romper el cerco.

La batalla fue encarnizada, pero la superioridad en armas hizo que Túpac Katari se repliegue hasta Peñas.

Posteriormente se movilizó hasta Chinchayo, donde fue apresado a las 02.00 de la madrugada del 10 de noviembre por la traición del primo de Bartolina, Tomás Inca Lipe, que era su más apreciado y cercano colaborador.

El 14 de noviembre, Bartolina Sisa fue obligada a presenciar el descuartizamiento público de Túpac Katari en la plaza de Peñas.

Después de casi un año de encierro, al amanecer del 5 de septiembre de 1782, el oidor Tadeo Diez de Medina pronunció la sentencia de muerte, condenándola a ser sacada a la plaza mayor atada a la cola de un caballo y arrastrada hasta morir cruelmente.

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- Bartolina Sisa (Cantón de Caracato del Ayllu, 24 de agosto de 1753 - La Paz, 5 de septiembre de 1782) fue una heroína indígena aimara, virreina y comandante junto a su esposo el caudillo y virrey aimara Túpac Katari (Julián Apaza, 1750-1781).

Se casó con Julián Apaza cuando ella tenía 25 años (aproximadamente en 1778).


Día Internacional de la Mujer Indígena (5 de septiembre)

El día 5 de septiembre de 1983, el Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América reunido en Tihuanacu (actual Bolivia) instituyó el Día Internacional de la Mujer Indígena, en honor de la heroína Bartolina Sisa, valerosa y aguerrida mujer indígena Aimara, quien por haberse opuesto a la dominación y la opresión de los conquistadores españoles, fuera brutalmente asesinada y descuartizada el 5 de septiembre de 1782.

Actualmente muchas comunidades indígenas de Bolivia, Perú, Chile y Argentina, le rinden homenaje, al igual que a las heroínas de la Coronilla (valerosas mujeres cochabambinas lideradas por la anciana no vidente Manuela Gandarillas y por Manuela Rodríguez, esposa de Esteban Arze), decidieron organizarse y armarse para enfrentar a las fuerzas realistas, pese a que sabían la desproporción que existía, y con sacrificio y valentía lucharon en contra de la corona española durante la batalla sostenida en la colina de San Sebastián, Coronilla, el 27 de mayo de 1812), como una de las mujeres más valientes de la época.

Bibliografía:

Alipio Valencia Vega: Bartolina Sisa — la virreina Aymara que murió por la libertad de los indios. Librería Editorial "Juventud", La Paz 1978. 107 pp.

María Eugenia del Valle de Siles: Bartolina Sisa y Gregoria Apaza — dos heroínas indígenas. Biblioteca Popular Boliviana de "Ultima Hora", La Paz 1981. 73 pp.

Marina Ari: Bartolina Sisa — La generala aymara y la equidad de género. Editorial Amuyañataki, La Paz 2003. 49 pp.

Fte: Wikipedia.
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Héroes

Bartolina Sisa y Túpac Katari protagonizaron, a finales del siglo XVIII, una rebelión en contra de la colonia española, pero su legado libertario estuvo oculto de la historia oficial cuando se fundó Bolivia.

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- En recuerdo permanente de Bartolina Sisa.

“Hablo de las mujeres indígenas que defienden la ‘Madre Tierra’ y los sitios sagrados donde están las raíces y las venas del territorio.”

El 5 de septiembre, en memoria del cruel asesinato de Bartolina Sisa, comandanta y cabeza del mayor levantamiento Aymara contra la corona española, se celebra el Día Internacional de la Mujer Indígena.

A 233 años de su muerte, las originarias de Nuestra América siguen su ejemplo de lucha, tesón y rebeldía contra la opresión.

La fecha fue acordada en un Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América en Tiwanaku, Bolivia, realizado en 1983.

En la actualidad, comunidades indígenas rinden su homenaje a la valentía de Bartolina Sisa, que fue cruelmente destrozada por pedir justicia y libertad para su pueblo junto a su compañero Tupac Katari.

El día de la mujer indígena tiene muchos significados. el festejar las luchas, los logros, la identidad.

Que se visibilice la participación de las mujeres indígenas en los hechos históricos de gran envergadura como lo fueron las guerras independentistas, es un gran logro.

Y la figura de Bartolina es insoslayable.

“Este un Día especial, no para alegrarnos por los sucesos del pasado, sino para conmemorar la lucha de nuestras hermanas, rememorar mujeres como Bartolina Sisa y recordar a las tantas mujeres que han entregado la vida por la defensa de sus pueblos indígenas, y por la lucha diaria de las Mujeres por conservar nuestro legado milenario de guardianas de Vida.”

Las mujeres indígenas tienen derechos que comparten con sus congéneres de todas las sociedades y culturas, y también derechos específicos que derivan de su condición particular en cuanto integrantes de pueblos indígenas.

Sus propias organizaciones e instituciones que acompañan sus luchas los identifican del siguiente modo:
Derecho al respeto de la identidad cultural del pueblo al que pertenecen.

Derecho a su identificación como integrante de un pueblo indígena específico.

Derecho a no ser asimiladas ni obligadas a aceptar prácticas culturales ajenas y que atenten contra su propia identidad cultural.

Derecho a modificar costumbres y tradiciones sociales, culturales, económicas que dañen o afecten su dignidad.

Derecho a recuperar, como integrantes de un pueblo indígena, ciertas prácticas y tradiciones que las favorecen y dignifican como mujeres.


Las mujeres indígenas juegan un papel relevante en la sobrevivencia de los pueblos indígenas ya que gracias a ellas perviven las costumbres propias, la transmisión de la cultura a sus descendientes así como su lucha constante e insistente contra la exclusión étnico-cultural.

Este día sirve para enseñar al mundo la situación de estos Pueblos y como exigencia para que los gobiernos cumplan sus compromisos y obligaciones, se acaben las exclusiones y tengan los mismos derechos y oportunidades de vivir y desarrollarse en el mundo como cualquier otra ciudadana.

La lucha también se dirige hacia la mejora de vida de las mujeres indígenas para que puedan gozar de libertad y vivan como cualquier otra mujer en otra parte de la tierra puede vivir.

A todas ellas vayan nuestros saludos de homenaje y reconocimiento en el día internacional de la mujer indígena desde el Consejo Local de Solidaridad de Siero•



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