Pueblo Ayoreo reclama protección de su hogar
01 de Marzo, 2015
Un grupo de indígenas ayoreo se desplazó desde el Chaco paraguayo, en el norte del país, hasta Asunción para pedir al Gobierno que no realice prospecciones geológicas en el Cerro León.
Cerro León es un área protegida que es parte de su "hogar y cultura" y donde viven algunos de sus familiares en aislamiento voluntario.
El Cerro León está integrado dentro del Parque Nacional Defensores del Chaco, que ocupa cerca de 780.000 hectáreas, y en esa área el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones de Paraguay (MOPC) planea realizar prospecciones geológicas con "fines de investigación científica".
En una entrevista a Efe, los ayoreos reivindicaron que el Parque forma parte de su "tekohá", un término que en la lengua guaraní quiere decir "territorio", como noción de "tierra" o "espacio vital", y no en el sentido jurídico de propiedad legal de un lugar.
Además, han constatado que el parque es la zona por la que transitan grupos de ayoreos no contactados, lo que los convierte en el último pueblo indígena americano aislado fuera de la Amazonía.
"Hemos visto las huellas, los huecos que hacen para sacar la miel. Sabemos que nuestros familiares no contactados están ahí. No podemos decir que viven ahí, porque son nómadas, pero sí sabemos que cruzan por ese lugar", asegura Mateo Sobode, indígena ayoreo de la comunidad de Campo Loro, en el departamento de Boquerón, a unos 200 kilómetros al sur del parque.
Mientras habla exhibe orgulloso su cédula de identidad, en la que se indica que su lugar de nacimiento no es otro que el mismo Cerro León, "cucaani" en lengua ayoreo, al que considera "como una madre" que alberga además a parte de sus ancestros.
"Allí es donde está enterrado mi abuelo. ¿Cómo vamos a dejar que entren con excavadoras en las tumbas de nuestros antepasados?", se pregunta Sobode.
Por su parte Óscar Posoraja, líder de la comunidad ayoreo Nueva Esperanza, en el departamento de Alto Paraguay, donde se ubica el parque, explica que "el Cerro es la naturaleza de la que dependen los ayoreos aislados, porque para ellos el monte es su casa y su supermercado".
Alerta además de que "si se deja que entren las máquinas en Cerro León, después vendrán empresas que querrán explotar otras zonas del bosque", dado que "los empresarios son insaciables", opina.
Para Carlos Diri Etacora, de la comunidad de Ijnapui, a 150 kilómetros del Cerro León, si se llegan a ejecutar las obras en el parque "los indígenas no van a saber ya dónde vivir".
Recuerda cómo los miembros de su comunidad y de otras zonas de ayoreos se vieron sorprendidos un día cuando escucharon en las noticias los planes que tenía el Gobierno sobre sus espacios y los de sus parientes aislados.
"Ni siquiera nos habían consultado, nadie nos escuchó", lamenta.
El Estado paraguayo está obligado a realizar una consulta "previa, libre e informada" a las comunidades indígenas sobre todas aquellas iniciativas que puedan afectar a sus territorios, debido a que suscribió el Convenio 169 de la Organización Mundial del Trabajo (OIT).
En ese sentido, organizaciones defensoras de los derechos indígenas alertan de que el proyecto sobre el Cerro León "es ilegal" porque se redactó sin una consulta previa.
Además, en el caso de comunidades de nativos no contactados, siempre se debe interpretar que se oponen a cualquier proyecto que les afecte, dado que al vivir aislados es imposible incluirles en las consultas, según explica la organización Tierraviva.
Según la organización Iniciativa Amotocodie, estas personas resistieron las "búsquedas y contactos sistemáticos" que desde 1960 las misiones evangélicas y católicas emprendían precisamente desde la falda del Cerro León.
El proyecto de prospecciones geológicas en el Cerro León fue presentado en diciembre por el MOPC y actualmente se encuentra en estudio de la Secretaría del Ambiente (Seam), que debe determinar si otorga o no su autorización a las obras.
Grupos de ciudadanos y organizaciones ecologistas ya han protagonizado varias movilizaciones en contra del proyecto. EFE