lunes, 12 de septiembre de 2016

Kolombia- Pronunciamiento Final CRIC y ONIC respecto de los diálogos de paz en Cuba













Pronunciamiento Final CRIC: Encuentro Entre Delegados de la Mesa de la Habana, los Pueblos Indígenas y la Comisión Étnica de Paz


8 septiembre, 2016

Territorio de convivencia, diálogo y negociación de la María, Piendamó 7 de septiembre de 2016.

En el resguardo indígena de la María, Piendamó, constituimos en junio de 1999 el territorio de convivencia, diálogo y negociación de la sociedad civil, como aporte para que las comunidades y población colombiana pudiéramos tener voz y decisión en la construcción de la paz en Colombia y en la transformación política, social, económica y cultural de un sistema que hasta ahora nos ha querido negar y subordinar; que nos ha victimizado. 

 Hoy 17 años después de constituido este territorio de diálogo, de muchas luchas y procesos organizativos, como indígenas y como sectores sociales, en este lugar, que ya es simbólico, continuamos reivindicando nuestros derechos como pueblos y recibimos con esperanza y alegría el “acuerdo para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera”, que será firmado por las partes el 26 de septiembre, y que como constituyentes primarios nos disponemos a apoyar y ratificar el próximo 2 de octubre del 2016.

En los años 1999- 2000-2001 la mesa de negociación del Caguan no vino a la María (solamente vino el alto comisionado para la paz de ese entonces), pero en el año 2016 la mesa de conversaciones de la Habana si viene a nuestro territorio de sociedad civil; llega con buenas nuevas. 
Hoy nos hemos reunido más de cinco mil indígenas, hombres y mujeres de diferentes pueblos, de todas las edades, a atender la delegación de la mesa de conversaciones de la Habana, encabezada por el alto comisionado para la paz Sergio Jaramillo por parte del gobierno nacional y por “Marcos Calarca” por parte de las FARC.

Después de 52 años el conflicto armado con las FARC ha terminado. 

Es necesario hacer un cierre total del conflicto armado en su conjunto; para ello debemos tener toda la disposición y compromiso desde la sociedad civil, para que lo pactado entre las partes tenga éxito, pero también debemos trabajar para que se desarrolle de manera pronta el proceso con el ELN y se apliquen todos los mecanismos previstos en el acuerdo para dar respuesta eficaz ante acciones ilegales y violatorias de derechos humanos y lograr el desmonte de grupos ilegales y/o sucesores del paramilitarismo.

Como Consejo Regional Indígena del Cauca CRIC valoramos la inclusión del capítulo étnico en el acuerdo para la terminación del conflicto. 
No hemos exigido prerrogativas especiales respecto a los demás sectores del pueblo colombiano; se trata de salvaguardar nuestros derechos diferenciales para que la implementación del acuerdo no vaya a afectar nuestra sobrevivencia económica y cultural, dado el alto grado de vulnerabilidad en que nos ha dejado la historia.

Tenemos nuestro proyecto de vida y de país como pueblos indígenas; al valorar como positivo este acuerdo, no estamos haciendo a un lado nuestra propuesta y nuestros sueños ni asumimos como propios los proyectos de quienes lo han firmado, llámese Gobierno nacional, llámese FARC. Coincidimos si, en la necesidad inaplazable del fin del conflicto armado.

Hemos planteado en esta gran asamblea étnica y popular, además de nuestra esperanza y alegría, nuestras dudas y temores ante el cierre difícil de un conflicto armado mayor de 50 años, pero claramente ponemos todo nuestro empeño y compromiso para acompañar y apoyar todo lo que lleve al fin del mismo. 
Las dudas y temores no son para rechazar ni para desanimar sino para diseñar escenarios y estrategias que nos permitan actuar, en el escenario de la pos-firma del acuerdo, de una manera tal que avancemos hacia el logro de nuestros planes de vida y territorialidad, en la ruta de la construcción de un nuevo país. Planteamos que la comisión tripartita trabaje de manera inmediata con el CRIC la solución de estos puntos críticos.

Llamamos para que hagamos del plebiscito un hito de democracia para Colombia y un inicio para la construcción de la paz y la convivencia. 
Sabemos que esa ruta la construimos con sectores campesinos, indígenas y afrocolombianos, trabajadores de la ciudad y el campo, en la movilización y exigencia diaria de nuestros derechos, lo cual esperamos hacer en un ambiente sin amenazas ni estigmatizaciones, o con uso de la violencia contra quienes así lo hacemos.

Hemos dicho al gobierno: ya no hay guerrilla, no sigan tildando nuestra lucha como una estrategia para apoyar a los actores armados, ya no podrán utilizar de manera mentirosa contra la lucha popular, políticas contrainsurgentes. 

Hemos dicho a las FARC: ya se acabó la guerra, no sigan viendo a los sectores sociales que no coincidimos, en todo o en parte, con su propuesta política, como informantes o aliados de un supuesto otro bando; construyamos en la diferencia y aún en la controversia. Hemos hecho un llamado común: desterremos la violencia y las armas de la política, de la economía y de la dinámica social.

Sabemos que sectores que actúan en el extractivismo, la privatización de la naturaleza y el despojo territorial se han aprovechado del conflicto armado imponer sus dinámicas, ellos también deben ser notificados que la guerra termino y que no podrán seguir delinquiendo.

Queremos reafirmar ante nuestras autoridades y comunidades los compromisos globales establecidos públicamente por cada uno de los intervinientes, delegados de la Mesa de la Habana:

Dr. Sergio Jaramillo, alto comisionado para la paz del Gobierno nacional.
En el capítulo étnico se definió crear una instancia especial de alto nivel con pueblos étnicos para el seguimiento de la implementación de los acuerdos, que se acordará entre el Gobierno nacional, las FARC-EP y las organizaciones representativas de los pueblos indígenas. 
El alto comisionado se compromete a citar un escenario, lo más rápido posible, en concurso con las FARC y los pueblos étnicos, para crear esta instancia y poder actuar sobre temas planteados por los exponentes indígenas, tales como: coordinación entre jurisdicción especial indígena y jurisdicción especial para la paz; participación en mecanismos de verificación; postulación de candidatos ante la instancia que decide los comisionados en la comisión de la verdad; programa especial de armonización para reincorporación de desvinculados de pueblos étnicos que opten por regresar a la comunidad; relacionamiento con la comisión de Implementación, seguimiento y monitoreo del acuerdo final de paz y de resolución de diferencias; relacionamiento con la comisión nacional de garantías y seguridad; programas de desminado y limpieza para el caso de territorios étnicos; participación y aplicación efectiva de la consulta previa de las comunidades y organizaciones representativas de los pueblos étnicos en el diseño y ejecución del programa Nacional Integral de Sustitución PNIS y de los planes comunitarios y municipales de sustitución y desarrollo alternativo PISDA; mecanismo especial de consulta para la realización de los Programas de desarrollo con enfoque territorial PDET.

Marcos Calarca. Delegado de las FARC.

Apoyamos y nos comprometemos con el capítulo étnico porque es parte de nuestra convicción el respeto a los pueblos indígenas y porque nosotros somos constructores y firmantes del acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, el cual contiene dicho capítulo, y somos parte de la comisión tripartita para el seguimiento de la implementación de los acuerdos. 
La aplicación de este capítulo y del acuerdo en general se logra planificando, evaluando, exigiendo desde cada actor, en este caso también desde los pueblos indígenas y afrocolombianos.

Muchas de las cosas que han planteado las comunidades indígenas aquí, como dudas o críticas, son cosas de la guerra que no van a volver a pasar por que ésta se acabó. Las armas salieron de la política. Aunque tenemos claro que debe terminar el paramilitarismo en Colombia para que la guerra termine definitivamente y ello lo contempla el acuerdo.

Vamos a ser actores de la política, a impulsar el desarrollo socioeconómico, y tenemos claro también, que sí vamos a actuar en una comunidad indígena, es ella, sus autoridades, quienes colocan las condiciones.

El Consejo Regional Indígena del Cauca, su consejería mayor, agradecemos a las comunidades, a las autoridades indígenas, a los afrocolombianos, sectores sociales, hombres y mujeres, a las ONG, alcaldes, representante a la cámara, a los organismos internacionales y defensoría del pueblo, a la ONIC, regionales indígenas y comisión étnica de paz, y a los delegados de la Mesa de la Habana, su participación en este acto.

SÍ EN EL PLEBISCITO. 
CUENTEN CON NOSOTROS PARA LA PAZ, NUNCA PARA LA GUERRA

CONSEJO REGIONAL INDÍGENA DEL CAUCA –CRIC

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ONIC destaca Capítulo Étnico como logro en acuerdo de Paz

Capítulo Étnico: Logro de hombres y mujeres que soñamos y luchamos por nuestros pueblos en Paz.

https://www.youtube.com/watch?v=KrPMyfOmbNg




Servindi, 26 de agosto, 2016.- La Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) destacó como un logro el Capítulo Étnico contenido en el Acuerdo Final de Paz y llamó a votar por el Sí a la Paz en el plebiscito del 2 de octubre en todos los territorios.

Luis Fernando Arias, Consejero Mayor de la ONIC, manifestó que la incorporación del capítulo étnico es un hecho histórico muy importante para los pueblos indígenas y afros, "en la medida que recoge principios, considerandos y salvaguardas sustanciales y específicas, en cada uno de los temas de discusión”.

A su retorno de La Habana Arias dijo que “las cuatros páginas son solo la cuota que pudimos lograr durante todos estos años de incidencia política, sobre todo en las últimas semanas que incidimos para que la Mesa de Conversaciones al fin, nos invitara a la Audiencia”.

Como ONIC "invitamos a que hagamos propio lo acordado en las cuatro página del capítulo étnico, así como estudiemos, analicemos, discutamos, debatamos las 297 páginas del Acuerdo Final, porque todos inciden en nuestros pueblos y territorios" dijo Arias.

Entre los acuerdos se establece un mecanismo interno de diálogo e interlocución para la implementación de lo acordado.

Arias señaló, a manera de ejemplo, que en el Fondo de Tierra haya recursos "para la compra, adquisición, saneamiento, constitución, ampliación, demarcación de los territorios ancestrales" y para la consolidación de los resguardos ancestrales.

También mencionó la aplicación del enfoque territorial en los programas de desarrollos que apunten a consolidar y fortalecer los Planes de Vida y los Planes de Salvaguarda de los Pueblos, entre otros temas donde los pueblos originarios deben participar a lo largo y ancho del territorio colombiano.

"Como ONIC, consideramos fundamental que el marco de los principios recoge el reconocimiento a la Libre Determinación, la Autonomía y el Gobierno Propio, así como a la Participación, la Consulta y el Consentimiento Previo, Libre e Informado"m, entre otros, indicó.

Consideró igual de relevante las salvaguardas como el respeto por el carácter principal y no subsidiario de la Consulta Previa Libre e Informada y el derecho a la objeción cultural como garantía de no repetición, siempre que procedan.

En consecuencia, la fase de implementación de los acuerdos, en lo que concierne a los pueblos indígenas y étnicos, se deberá cumplir garantizando el derecho a la Consulta Previa Libre e Informada respetando los estándares constitucionales e internacionales.

De igual modo se incorporará el enfoque transversal étnico, de género, mujer, familia y generación. Enfatizó, sobre todo que, "en ningún caso la implementación de los acuerdos irá en detrimento de los derechos de los pueblos"..

Agradeció la confianza y aporte de todas las organizaciones indígenas de la ONIC, a la alianza con los hermanos del pueblo Afro y de Autoridades Tradicionales Indígenas Gobierno Mayor con quienes desde la Comisión Étnica para la Paz y la Defensa de los Derechos Territoriales, logramos tejer las propuestas.

"Es un logro de todos, hombres y mujeres, que soñamos y luchamos por nuestros pueblos y un país en Paz" concluyó.

Finalizó con un llamado a las organizaciones indígenas del país a involucrarse en la discusión y volcar toda "nuestra capacidad de movilización, nuestra capacidad social, política y organizativa hacia las urnas a refrendar estos acuerdos, para que el próximo 02 de octubre le digamos sí a la paz, le digamos sí al plebiscito".

Usted puede acceder a los siguientes documentos:

Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera (PDF, 297 páginas)
Capítulo Étnico (PDF, 4 páginas) 

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La paz y los Pueblos Indígenas en Colombia

Experto Matías Alonso considera relevantes para Colombia, México y América Latina, los seis apartados de los Acuerdos de Paz en Colombia pues arrojan luz para Estados convulsionados con problemas similares.

Servindi, 27 de agosto, 2016.- Es altamente meritorio que el “Acuerdo de Paz” contenga un “Capítulo Étnico” por que tanto el Gobierno Nacional como las FARC-EP reconocen el sufrimiento, las injusticias, el despojo y el aporte de los pueblos indígenas a la construcción de una paz sostenible y duradera.

Así lo destacó Marcos Matías Alonso, de México, quien dijo que debido a la grave afectación por el conflicto armado el Acuerdo de Pac consigna que se deben propiciar las máximas garantías para que los pueblos indígenas ejerzan plenamente sus derechos humanos en el marco de sus propias aspiraciones, intereses y cosmovisiones.

Alonso, investigador del CIESAS de México, consideró como otro aporte fundamental del Capítulo Étnico el “incorporar la perspectiva étnica y cultural, para la interpretación e implementación del Acuerdo Final".

El investigador mexicano consideró relevantes para Colombia, para México y América Latina, los seis apartados de los Acuerdos de Paz pues será una experiencia que "arrojará luz para Estados convulsionados con problemas similares por los que Colombia quedó atrapada por varias décadas"

Usted puede conocer el Capítulo Étnico con un clic en el siguiente enlace: http://www.onic.org.co/images/noticias/2016/08/Cap%C3%ADtulo_%C3%89tnico.pdf

A continuación el artículo completo con la reflexión y el análisis de Matías Alonso.

Imagen: Fondo Indígena


La Paz y los Pueblos Indígenas en Colombia

Por Marcos Matías Alonso

El miércoles 24 de agosto del año en curso, en la Habana Cuba, el Gobierno Nacional de Colombia firmó un histórico “Acuerdo de Paz” con los delegados supremos de las “Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo” (FARC-EP). Fue un complejo proceso de negociación que duró cuatro largos años de consultas, cabildeos y diálogos entre las partes. Cuba y el Reino de Noruega jugaron un papel relevante en el encuentro y acercamiento de las partes en conflicto. El Estado mexicano fue el gran ausente en este histórico proceso de negociación para la construcción de la paz.

El “Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera” (Acuerdo de Paz), es la iniciativa para poner fin a uno de los conflictos más largos del mundo.

Iván Márquez, Jefe del Equipo Negociador de las FARC-EP, al momento de suscribir el histórico “Acuerdo de Paz” en la Habana, declaró: “Creo que hemos ganado la más hermosa de todas las batallas, la de la paz en Colombia…, hemos cerrado el día de hoy el acuerdo de paz más anhelado de Colombia: tierra, democracia, víctimas, política sin armas e implementación de acuerdos con veeduría internacional son, entre otros, los elementos de un acuerdo que tendrá que ser convertido, más temprano que tarde, por el Constituyente primario en norma pétrea que garantice el futuro de dignidad para todos y todas”.

En la “Introducción” del “Acuerdo de Paz”, la voluntad pacífica y conciliatoria de las partes quedó expresaron: “Luego de un enfrentamiento de más de medio siglo, el Gobierno Nacional y las FARC-EP hemos acordado poner fin de manera definitiva al conflicto armado interno. La terminación de la confrontación armada significará, en primer lugar, el fin del enorme sufrimiento que ha causado el conflicto. Son millones los colombianos y colombianas víctimas de desplazamiento forzado, cientos de miles los muertos, decenas de miles los desaparecidos de todas índole, sin olvidar el amplio número de poblaciones que han sido afectadas de una u otra manera a lo largo y ancho del territorio, incluyendo mujeres, niños, niñas y adolescentes, comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas, negras, palenqueras, raizales y rom, partidos políticos, movimientos sociales y sindicales, gremios económicos, entre otros. 


No queremos que haya una víctima más en Colombia”.

En el documento indican que el “Acuerdo de Paz” está compuesto por diversos compromisos específicos que constituyen un todo indisoluble e interdependiente “…para que las medidas aquí acordadas contribuyan a la materialización de los derechos constitucionales de los colombianos; por un mismo enfoque diferencial y de género, para asegurar que la implementación se haga teniendo en cuenta la diversidad de género, étnica y cultural, y que se adopten medidas para las poblaciones y los colectivos más humildes y más vulnerables…”. Sobre la base de este “enfoque diferencial”, el “Acuerdo de Paz”, contiene un apartado sobre el “Capítulo Étnico”.

Son relevantes para Colombia, para México y América Latina, los seis apartados de los “Acuerdos de Paz”. Será una experiencia que arrojará luz para Estados convulsionados con problemas similares por los que Colombia quedó atrapada por varias décadas

Son relevantes para Colombia, para México y América Latina, los seis apartados de los “Acuerdos de Paz”. Será una experiencia que arrojará luz para Estados convulsionados con problemas similares por los que Colombia quedó atrapada por varias décadas. Esbozo algunos temas relevantes:

El apartado uno se refiere a la “Reforma Rural Integral”, el apartado dos contiene el Acuerdo sobre la “Participación política: apertura democrática para construir la paz”, el apartado tres contiene en Acuerdo “Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas”. Es relevante el apartado tres que incluye el Acuerdo sobre “Garantías de Seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores y defensoras de derechos humanos, movimientos sociales o políticos, incluyendo las organizaciones criminales…, que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”.

El apartado cuatro contiene el acuerdo sobre la “Solución al problema de las drogas ilícitas”. El documento considera que “Para construir la paz es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas. Para lo cual se promueve una nueva visión que dé un tratamiento distinto y diferenciado al fenómeno del consumo, al problema de los cultivos de uso ilícito, y a la criminalidad organizada asociada al narcotráfico, asegurando un enfoque general de derechos humanos y salud pública…”. Las autoridades mexicanas deberían prestar atención a la forma en que Colombia abordará los agudos problemas que se mencionan en este apartado.



Imagen: Nodal

Es altamente meritorio que el “Acuerdo de Paz” contenga un “Capítulo Étnico”. 


Dos consideraciones son fundamentales:

Primero: “El Gobierno Nacional y las FARC-EP reconocen que los pueblos étnicos han contribuido a la construcción de una paz sostenible y duradera…, que han sufrido condiciones históricas de injusticia…, desposeídos de sus tierras, territorios y recursos; que además han sido afectados gravemente por el conflicto armado interno y se deben propiciar las máximas garantías para el ejercicio pleno de sus derechos humanos y colectivos en el marco de sus propias aspiraciones, intereses y cosmovisiones”.

Segundo: “…es fundamental incorporar la perspectiva étnica y cultural, para la interpretación e implementación del “Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera en Colombia”.

En los “Principios”, manifiestan su compromiso de cumplir con los tratados, convenios y la jurisprudencia internacional para defender los derechos de los pueblos indígenas, destacando la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y el Convenio N° 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales.

En la implementación del “Acuerdo de Paz”, ambas partes se comprometen a tener en “cuenta entre otros los siguientes principios a la libre determinación, la autonomía y el gobierno propio, a la participación, la consulta y el consentimiento previo, libre e informado, a la identidad e integridad social, económica y cultural, a los derechos sobre sus tierras, territorios y recursos, que implican el reconocimiento de sus prácticas territoriales ancestrales, el derecho a la restitución y fortalecimiento de su territorialidad, los mecanismos vigentes para la protección y seguridad jurídica de las tierras y territorios ocupados o poseídos ancestralmente y/o tradicionalmente”.

Mi alto reconocimiento a Luis Fernando Arias, Consejero Mayor de la Organización Indígena de Colombia (ONIC), quien tuvo la capacidad de incorporar y negociar para que el “Capítulo Étnico” haya sido incorporado al “Acuerdo de Paz”. También el esfuerzo de otros hermanos indígenas colombianos que supieron cabildear con los “Equipos Negociadores” y con los “Negociadores Plenipotenciarios”.

Desde México, rindo tributo a los constructores de la diplomacia internacional que han puesto fin a uno de los conflictos más complejos y más prolongados del mundo. El plebiscito del próximo dos de octubre en Colombia, será un grito nacional por la paz duradera. Seremos testigos de ese acontecimiento de trascendencia mundial.