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miércoles, 22 de julio de 2015

Méxiko- El ejército asesina a niño en Ostula, la recuperación territorial de comunidades indígenas.


Despiden a Hedilberto, el niño que mató el Ejército; sus amigos protestan: “No disparen, somos niños”

Por: Redacción Revolución
César Vázquez / Enviado especial
Fotos de Brian Gutiérrez
Michoacán 3.0
21 julio, 2015

(21 de julio, 2015. Michoacán TRESPUNTOCERO).- Así vive la muerte la hermana de Hedilberto Reyes García, lo velan bajo un techo de palma donde las escenas son tristes y dolorosas, hay niños por donde quiera, les hace falta la voz y la presencia de un niño de 12 años que ha callado para siempre.

Las escenas paradisíacas que se han construido para los turistas, hoy semejan eso, la entrada al paraíso idílico, arena blanca, un cielo lleno de vida, el sonido de las olas rompiendo en rocas, un aire suave que llega fresco sobre las cabañas y en el fondo rematan el escenario unas pocas palmeras.
Pero la escena la domina otra cosa, aquél paraíso terrenal gira en torno a un punto gris, es el féretro donde eternamente descansará Hedilberto.

Tuvo una infancia como cualquier otro niño nahua, escuchaba todo el día el sonido del mar, la arena entre sus pies era algo común, vistiendo siempre con ropa humilde que la mayor parte del tiempo estaba sucia, y él supo desde siempre que había dos mundos, el de la realidad en la que él vivía y la de los turistas, que son la prueba de que existe otro mundo lejos de la playa y más allá de la tierra de labrar.


A sus 12 años Hedilberto Reyes apenas comenzaba a saber lo que era la lucha por defender la tierra y su gente, para él es común vivir en la lucha social, entre sus días de infancia conoció de todos los problemas que tienen con el gobierno, o el gobierno con ellos.
La comunidad nahua ha luchado por las minas y por las tierras, primero contra caciques, luego contra el gobierno, después contra Los Caballeros Templarios, y al final de sus días Hedilberto debió haber escuchado decir a sus papás o a algún otro vecino que el gobierno y el crimen organizado era un mismo enemigo.



Si el hilo de su vida no lo hubiera roto una bala de las armas que el Ejército usa en las guerras pero que el domingo se dispararon en Ixtapilla, seguramente Hedilberto habría seguido la vida de sus padres, ser campesino y pescador, atender a los turistas en verano, y luchar para defender la tierra, las minas y hasta la vida.
Las versiones oficiales explican que los disparos fueron al aire, pero no explican cómo la herida que le arrebató la vida a Hedilberto estaba en posición vertical, el primer impacto con 9 milímetros de ancho, y después atravesando el cráneo del niño en forma sesgada desde la parte posterior de la oreja izquierda hasta el ojo derecho.

Hoy el cuerpo de Hedilberto reposa en un ataúd gris, a pesar de que el féretro está rodeado de peculiares flores multicolores que se cultivan en las viviendas de este lugar paradisiaco, a la vista sigue siendo más pesada la presencia de la caja.

A un costado del cadáver del niño, sobre una desgastada silla blanca reposa su madre, siempre postrada de frente al féretro, sus ojos se entrecierran por la tristeza y las lágrimas, pero también porque ha pasado dos noches sin dormir.
De pronto se levanta de su silla y alguien la sigue para detenerla al observar que ya no puede estar en pie por la fatiga y el dolor; “-mi niño hermoso, perdóname por haberte dejado ir sin comer, te decía que no tardaba, nada más iba por tu papá, perdóname hijo por no haberte darte de comer, así te fuiste…”.

Después posa su rostro sobre un pequeño cuadro de cristal que tiene el ataúd, a diez centímetros está el pequeño rostro de su hijo, el cristal comienza a llenarse de lágrimas y después de un momento otra de las acompañantes opta por retirarla para que regrese a la silla.
El cadáver de Hedilberto les fue entregado el lunes a las 10:00 de la noche, después de casi 30 horas de practicarle necropsias y dejarlo preparado para despedir los restos fúnebres.

El cortejo salió desde la escena paradisíaca y blanca, rumbo a la casa de sus padres, una choza que se pierde entre lo frondoso de la selva baja, donde en ésta época prevalece la humedad por las lluvias.
Frente a toda la comitiva niños y niñas levantan unas huesudas manos morenas y ásperas con las que sostienen cartulinas en las que se leen escritos como “No nos maten, somos niños”, “Alto al fuego”, “Estamos desarmados” y “Queremos que nos cuiden, no que nos maten”.

Después de su casa los restos fueron trasladados hasta la capilla del pueblo de Ixtapilla, lugar donde pasó los últimos minutos de su vida. Después de la misa solemne decenas de camionetas y carros desfilaron hasta la comunidad de La Ticla, localizada a casi cinco kilómetros del lugar, donde se localiza el panteón regional.
La caravana se engrosó por cientos de campesinos que en las cajas de las camionetas llegaron hasta el sitio para despedir a un niño que fue asesinado por el ejército mexicano.
Los restos de Hedilberto reposan sobre un camposanto frente al mar, la tumba fresca recién excavada, parece ser parte natural de la tierra que cubre el féretro del niño, allí quedaran sepultados por siempre los restos de un infante que ni siquiera alcanzó a terminar la escuela, que siempre vivió entre extraños que llegaban a la playa y la realidad de los nahuas.
http://revoluciontrespuntocero.com/despiden-al-nino-que-mato-el-ejercito-sus-amigos-protestan-queremos-que-nos-cuiden-no-que-nos-maten/

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Comunicado conjunto del CNI y el CCRI-CG del EZLN sobre el ataque de fuerzas federales contra la comunidad indígena de Santa María Ostula.


A la Comunidad Indígena Nahua de Santa María Ostula, Aquila, Michoacán:

A la Sexta nacional e Internacional:

A los pueblos de México y del Mundo:

21 de julio del 2015.

Ante los violentos acontecimientos perpetrados el pasado 19 de julio de 2015 en contra de la comunidad indígena de Santa María Ostula por un numeroso comando conformado por miembros de la Policía Federal Preventiva, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina, hechos en los que fue detenido el comandante de la policía comunitaria de Ostula, Cemeí Verdía Zepeda, y en los que los soldados federales asesinaron POR UN IMPACTO DE BALA EN LA CARA AL NIÑO EDILBERTO REYES GARCÍA DE DOCE AÑOS e hirieron a la niña Yeimi Nataly Pineda Reyes, de 6 años, a Edith Balbino Vera, a Delfino Antonio Alejo Ramos de 17 años, a Horacio Valladares Manuel de 32 años, a José Nicodemos Macías Zambrano, de 21 años, y a Melesio Cristino Dirzio, de 60 años, …

DENUNCIAMOS

La criminal actuación de dichas corporaciones militares y policiacas y su complicidad con el crimen organizado, en este caso Los Caballeros Templarios, para escalar la guerra de conquista que desde hace años han desatado contra la comunidad indígena nahua de Santa María Ostula con el fin de ocupar sus territorios, favorecer los intereses mineros y turísticos trasnacionales y como castigo por haberse atrevido dicha comunidad a recuperar sus territorios de los que era despojada y a defenderse, haciendo valer su derecho a la vida, del crimen organizado que hoy sirve de brazo paramilitar al Estado Mexicano.

El motivo de estos criminales sucesos no es otro que avanzar dicha guerra de conquista capitalista en contra de Ostula y en contra de los pueblos originarios y comunidades indígenas y no indígenas de este país.

Asimismo EXIGIMOS:

LA LIBERTAD INMEDIATA E INCONDICIONAL DEL COMANDANTE CEMEÍ VERDÍA ZEPEDA Y EL RETIRO DE LOS CARGOS QUE EXISTEN EN SU CONTRA.
El CASTIGO DE LOS MANDOS Y DE LOS INTEGRANTES DE LAS CORPORACIONES MILITARES Y POLICIACAS QUE ASESINARON AL NIÑO EDILBERTO REYES GARCÍA, E HIRIERON Y GOLPEARON A DIVERSOS COMUNEROS DE OSTULA.

El respeto a las tierras de la comunidad de Santa María Ostula que pretenden ser despojadas por empresas mineras extranjeras como Ternium, con el apoyo del mal gobierno coludido con el crimen organizado.

La presentación con vida de los 6 comuneros desaparecidos y el castigo a los autores intelectuales y materiales del asesinato de 33 comuneros, todos pertenecientes la comunidad de Ostula a lo largo de los últimos cuatro años en su lucha por la defensa de sus libertades y de sus tierras.

El respeto y otorgamiento de garantías para el funcionamiento de la policía comunitaria de la comunidad indígena de Santa María Ostula.

Finalmente, hacemos un llamado a la comunidad internacional y a los hermanos y hermanas de la Sexta Nacional e Internacional a permanecer atentos a los acontecimientos que se presenten en lo futuro en el territorio de la Comunidad Indígena de Santa María Ostula, sumándose a la solidaridad con su lucha y sus exigencias.

Atentamente

Julio de 2015

Nunca más un México sin nosotros

Congreso Nacional Indígena.

Comité Clandestino Revolucionario Indígena- Comandancia General del EZLN.

-http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2015/07/22/comunicado-conjunto-del-cni-y-el-ccri-cg-del-ezln-sobre-el-ataque-de-fuerzas-federales-contra-la-comunidad-indigena-de-santa-maria-ostula/
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La traición de Santa María Ostula 
Por: Luis Hernández Navarro 

El ataque militar-policial a los comuneros es una traición; viola los acuerdos firmados entre la colectividad y el Gobierno. 

- 21 julio 2015 

Ostula nos recuerda que en México quienes se defienden del crimen organizado son atacados por el Gobierno, mientras los delincuentes están libres e impunes. 
El responsable de los asesinatos de dos niños y un adulto en esa comunidad indígena fue el Ejército. 
 En tres ocasiones, narcotraficantes, terratenientes y mineros quisieron asesinar a Semeí Verdía Zepeda. 
No tuvieron éxito. 

Delgado y con sombrero, sagaz, el comunero nahua de Santa María Ostula salió con vida de los atentados. 
Sin embargo, el domingo 19 de julio no tuvo suerte. 

Ese día, a las 10 de la mañana, elementos del Ejército lo detuvieron en el poblado de La Placita, a pesar de no tener orden de aprehensión en su contra. Semeí, primer comandante de la policía comunitaria de Santa María Ostula y coordinador general de las autodefensas de los municipios de Aquila, Coahuayana y Chinicuila, fue trasladado en helicóptero hasta Morelia. 
Se le acusa de probable violación a la Ley de Armas de fuego y explosivos y su probable participación en delitos relacionados con la destrucción de material electoral. 
La detención de Semeí y el ataque militar-policial a los comuneros es una traición: viola los acuerdos firmados entre la colectividad y el Gobierno, tanto el federal como estatal, en los que se asentó el compromiso de respetar a la policía comunitaria local. 

Ese 19 de julio, un pelotón se presentó en los parajes de El Duin y Xayakalan, donde la policía comunitaria de Ostula y los grupos de autodefensa de la costa-sierra mantienen puestos de vigilancia. 
Los soldados aventaron sus vehículos contra los retenes, realizaron disparos e intentaron detener a varios miembros de la comunidad. 
Más tarde, integrantes del Grupo de Coordinación Michoacán trataron de apresar al tesorero del comisariado de bienes comunales de Santa María Ostula. No pudieron hacerlo pero, en cambio, hurtaron radios de comunicación que utiliza la comunidad para resguardar su territorio y el sello del consejo de vigilancia. 

Horas después, a las 5 de la tarde, las fuerzas federales y estatales agredieron los retenes colocados por miembros de la comunidad en las encargaturas de Xayacalan y El Duin, que se encuentran sobre la carretera 200, Lázaro Cárdenas-Manzanillo. Con sus vehículos impactaron los retenes de la policía comunitaria e incendiaron varias camionetas y tráileres que se encontraban allí. Lanzaron gas lacrimógeno y dispararon de forma indiscriminada a miembros de la comunidad. 

Según reportan los comuneros, el saldo trágico de esta agresión fue el asesinato del menor Iriberto Reyes García, de 12 años, de la niña Neymi Natali Pineda Reyes, de seis, y Melesio Cristino, de 60. Otras dos personas están heridas. Ostula es una comunidad indígena en el municipio de Aquila, Michoacán. 
Su nombre significa en náhuatl el lugar de las cuevas. Tiene más de mil habitantes, en su inmensa mayoría comuneros indígenas, que cultivan jamaica orgánica, papaya y tamarindo y desarrollan proyectos de turismo ecológico alternativos. Sus playas son centros de arribo de las tortugas golfinas, y un lugar muy apreciado por los surfistas. 

Ostula está asolada por la alianza del cártel de los Caballeros templarios, supuestos pequeños propietarios y empresarios mineros, que han tratado de despojar a los indígenas de sus tierras, sus recursos naturales (minas de hierro) y su madera (especialmente del árbol sagrado de sangualica). 
Su orografía puede ser una muy importante base de operaciones para el traslado de drogas y armas. 

Según el Plan Regional Sustentable de Michoacán, el Gobierno quiere construir allí carreteras, puentes, hoteles y fraccionamientos residenciales sin consultar a la comunidad. Pretende abrir el negocio a otros. En su empeño por quedarse con estas riquezas, la alianza no ha dudado en utilizar la violencia. 
Desde que en 2009 los habitantes de Ostula se organizaron para defenderse han sido asesinados 32 comuneros y desaparecido seis más, varios de ellos maestros bilingües. 
Curiosamente, ninguno de los jefes de plaza de los Caballeros templarios que operaban en la región ha sido detenido. 
Todos siguen libres y buscan recuperar a como dé lugar ese rico territorio. En junio de 2009, mucho antes del surgimiento de las autodefensas michoacanas, los comuneros de Ostula suscribieron, junto a los integrantes del Congreso Nacional Indígena (CNI), el Manifiesto de Ostula. 

El documento –de muchas maneras histórico– reivindica el derecho a la autodefensa indígena, que después se extendió a muchos lugares del país, asolados por el crimen organizado y la complicidad gubernamental con éste. 
Dos semanas más tarde de la firma, centenares de comuneros recuperaron más de 700 hectáreas ilegalmente ocupadas por caciques mestizos ligados al narcotráfico. Fue cuando los indígenas de Ostula, de acuerdo con sus sistemas normativos, formaron su policía comunitaria para defenderse a sí mismos y proteger sus tierras y territorios. 

Semeí Verdía, su primer comandante, fue elegido el 8 de febrero de 2014, en una asamblea general a la que asistieron mil 200 personas. En 2010 había tenido que huir de su pueblo porque intentaron matarlo mientras jugaba futbol. Durante años estuvo a salto de mata en Jalisco, Colima y Veracruz. En ese tiempo dos tíos suyos, maestros, fueron asesinados. 

La policía comunitaria de Ostula restableció ejemplarmente el orden y expulsó a los narcotraficantes de la región. Pero los criminales, que se refugiaron en otras comunidades, están al acecho, esperando la oportunidad de controlar nuevamente la región. 
Por eso el ataque militar-policial contra los comuneros y la detención de Semeí Verdía, violando los acuerdos firmados entre comuneros y autoridades gubernamentales, es una traición. 
En los hechos, le abre el terreno al narco para sentar allí nuevamente sus reales, y facilita a los grandes empresarios la posibilidad de hacer pingües negocios sobre terrenos comunales, sin consentimiento de sus genuinos dueños. 

Trágicamente, Ostula nos recuerda que en este país quienes se defienden del crimen organizado son atacados por el Gobierno, mientras los delincuentes está

n libres e impunes. No hay que hacerse bolas: el responsable de los asesinatos de dos niños y un adulto en esa comunidad indígena fue el Ejército. 

Twitter: lhan55 
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México: Ejército asesina a un joven y reprime a pueblo

indígena 

20 julio 2015 2

 La acción militar se concretó contra un grupo de indígenas que rechazaban la detención del líder de las autodefensas de las regiones Costa-Sierra, Semeí Verdía Zepeda.  

Una vez más el Estado de México reprende contra el pueblo acabando en esta ocasión con la vida de un adolescente de 12 años quien murió al recibir un disparo en el rostro de un fusil automático M16, accionado por militares que reprimieron a habitantes de la comunidad indígena de Santa María Ostula, estado de Michoacán (suroeste). 

La tragedia también dejó a otras seis personas heridas de bala, entre ellos dos niños, un adolescente y una persona de la tercera edad. 

Se registró en la comunidad indígena de Santa María Ostula, estado de Michoacán, al suroeste de México. Allí la víctima fatal fue el adolescente Iriberto Reyes García. 

Los castrenses dispararon sus armas contra un grupo de personas que buscaban impedir la detención del líder de autodefensas de las regiones Costa-Sierra, Semeí Verdía Zepeda, quien es acusado por la Procuraduría General de la República (PRG) por su supuesta participación en la destrucción de material electoral en los comicios locales y federales del pasado 7 de junio. 

Aunado a ello, al momento de ser detenido le incautaron dos fusiles, un arma corta y cartuchos de diferentes calibres, según señaló la PRG, que lo acusa de violar la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. 

Esta acción se suma a la indignación que viven los mexicanos en torno a las acciones que el Estado toma contra el pueblo, como es el caso de Ayotzinapa en el que la policía desapareció a 43 estudiantes y a casi un año del hecho no se conoce el paradero de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa (Iguala, estado Guerrero).  

Conforme se fueron dando las investigaciones de este hecho, en México se desató una ola de descubrimientos de fosas comunes y personas desaparecidas, sobre las cuales el Estado no respondió.  
La organización civil Equipo de apoyo y solidaridad con la comunidad indígena de Santa María Ostula informó, a través de un comunicado, que integrantes del Ejército Mexicano agredieron a unos 300 simpatizantes del líder de las autodefensas quienes instalaron un bloqueo en la carretera costera Lázaro Cárdenas-Colima, a la altura de Xayakalan en repudio a su detención. 

El dato→ La comunidad de Ostula registra desde 2009 un saldo de 32 comuneros ejecutados y seis casos de desaparición forzada a manos del crimen organizado. Tags


http://www.telesurtv.net/news/Mexico-Ejercito-asesina-a-un-joven-y-reprime-a-pueblo-indigena-20150720-0027.html

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En mayo de 2015 el comandante de la policía comunitaria Semeí Verdía había sufrido un atentado contra su vida.

Ostula: Emboscada al comandante Semeí Verdía, nuevo atentado contra la comunidad nahua.

Por Heriberto Paredes
25 mayo, 2015
Agencia SubVersiones

En la mañana de este 25 de mayo de 2015, el comandante de la policía comunitaria de Aquila, Michoacán, Semeí Verdía, junto con un integrante de su escolta, Juan Manuel Satién Cándido, fueron víctimas de una emboscada. Los hechos ocurrieron en la carretera que va de la cabecera de Santa María Ostula a la carretera federal 200, en el paraje conocido como Los Otates, a un costado de la encargatura de La Cobanera. En el lugar se encontraron varios cartuchos percudidos de grueso calibre pero no se encontraron huellas de vehículos por lo que se confirma que se trata de una emboscada previamente planificada y no un enfrentamiento espontáneo.
El escolta fue el único que se reportó como lesionado sin que se trate de heridas de gravedad y se encuentra fuera de peligro.
Las y los comuneros de Ostula, las autoridades comunales y agrarias se encuentran preocupados por la seguridad de su comandante y su escolta, denuncian enérgicamente lo ocurrido, sobre todo en el contexto que ahora se vive en la región costera y en todo el estado, es decir, las elecciones para ocupar el cargo de gobernador, las alcaldías y la renovación del congreso estatal.
Es importante resaltar que las agresiones a la comunidad nahua no han cesado desde la recuperación de tierras en junio de 2009. Hasta el momento se tiene la certeza de 32 asesinatos y 6 desapariciones forzadas a manos del crimen organizado, es decir la mancuerna de los Caballeros Templarios y el poder político priísta local. Con este ataque suman ya dos intentos por asesinar al comandante Semeí Verdía desde la recuperación del territorio a manos de la nueva policía comunitaria en febrero de 2014.
Además de esta agresión física –la cual ya está siendo evaluada por organizaciones de derechos humanos– el pasado sábado 23 de mayo, el presidente del Comisariado de Bienes Comunales fue notificado de una demanda en la que se expone la supuesta propiedad –a través de un prestanombres– de 36 hectáreas que corresponden a tierras comunales de Ostula, precisamente las tierras colindantes con las que explota el minera Ternium. Los documentos se recibieron –coincidentemente– justo en el momento en el que se realizaba el primer reparto de tierras hecho por las propias autoridades agrarias de la comunidad luego de un largo proceso de medición del territorio y de que la asamblea general –máxima autoridad– determinara cómo se realizaría este importante proceso.
Michoacán vive un contexto de reacomodo del poder político a nivel estatal de cara a las elecciones del próximo 7 de junio, en este sentido, tanto los candidatos y partidos políticos como los remanentes del crimen organizado, buscan –a cualquier precio– generar las condiciones para recuperar el control completo de la economía y de la política. No son episodios aislados ni los asesinatos de candidatos ni las masacres multitudinarias de las que se tuvo noticia en semanas anteriores, todo responde a una lógica capitalista en la que cárteles y partidos políticos son ya una misma fuerza.
En el caso específico de la costa, no se puede olvidar la existencia de una de las minas de hierro más importantes del mundo, ubicada precisamente en el municipio de Aquila, a un costado de las tierras comunales de Ostula; a pesar de que, oficialmente, el territorio de esta comunidad ya está concesionado para continuar las exploraciones mineras y para desarrollar un polo industrial que facilitaría la salida del hierro hacia otras naciones y su transportación a otros puertos nacionales, la resistencia organizada de la población ha impedido que estos proyectos económicos se lleven a cabo. La codicia de empresarios, políticos y criminales no ha cesado, muestra de ello son los constantes ataques que recibe Ostula para intentar el despojo.
Hasta el momento, luego de una larga historia de organización comunitaria, la población nahua que habita estas tierras ha expresado que no van a dejar la lucha nunca y que van a defender su territorio hasta donde sea necesario.